Los organismos mencionados deberán en los casos de contratación de provisiones informáticas y de fotocopiadoras así como los respectivos subcontratantes directos, otorgar preferencia a la adquisición de insumos reciclados y de origen nacional, conforme lo dispuesto por esta ley y su reglamentación.
“Se otorgará la preferencia establecida a las ofertas de bienes reciclados cuando para idénticas o similares prestaciones, en condiciones de pago contado, su precio sea por lo menos un treinta por ciento (30%) inferior al de los bienes originales o no reciclados”, explicó.
“Toda licitación de insumos informáticos y de fotocopiadoras deberá contemplar la oferta de bienes originales y de reciclados. Se deberá realizar una campaña de concientización dentro de las dependencias públicas con el objetivo de favorecer el reciclaje, enfocándose en los beneficios económicos y ambientales que se generan”, agregó.
“A los fines de la presente ley, los proveedores de insumos reciclados deberán cumplir las siguientes condiciones, sin perjuicio de otras que establezca la reglamentación: a) Poseer certificación ISO 9001-2000 vigente para su sistema de gestión de calidad, acreditada por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA); b) Que la certificación sea pertinente y específica a la provisión que se licita; c) Acreditación de la calidad del insumo que se oferta en relación con el original; d) Declaración jurada de Residuos Especiales al día; e) Sistema de disposición final de residuos inservibles”.
“Por la crisis económica de principios de siglo, la industria provista de suministros importados sufrió un importante aumento, encareciendo el valor final de los productos. Para paliar sus efectos, afloraron en nuestro medio las industrias alternativas y sustitutivas de esas importaciones, que generaron en nuestro país entre 4000 y 6000 puestos de trabajo. Es así que en materia de abastecimiento informático y de fotocopiadoras, casi artesanalmente, se instalaron numerosas empresas destinadas al reciclado de los elementos que antes eran directamente dispuestos como basura”, sostuvo Juan Pedro Tunessi.
“Con la instalación de esta nueva alternativa en el escenario de la recuperación económica, se abordaron 3 grandes problemas: el abaratamiento del insumo, la generación de puestos de trabajo y la racionalización de los residuos en cumplimiento de normas medioambientales. Respondiendo a las críticas de los sectores ‘perjudicados’ por la proliferación del reciclaje, las industrias alternativas han emprendido el camino de la calidad, invirtiendo en la capacitación del personal y en la certificación de sus normas de comercialización”.
Remarcó que “uno de los principales usuarios de insumos es el Estado para sus organismos y empresas, que genera miles de toneladas de residuos. Advirtiendo -falsamente- el riesgo que podía generar la provisión de elementos falsificados, todas las adquisiciones informáticas preveían la compra de insumos originales a altos costos. La paulatina introducción masiva del reciclaje de alta calidad en el mercado, implicó el abaratamiento de los insumos originales y la posibilidad de su utilización en paridad de condiciones”.
“El presente proyecto, tiende a facilitar y aprovechar por parte del Estado de esta incipiente industria del reciclaje, en un marco de abaratamiento de sus costos operativos y de calidad de productos y fundamentalmente para posibilitar una reducción sustancial de los residuos de estos insumos. En preservación del medio ambiente, se dispone que la Administración Nacional deberá implementar sistemas genéricos de reciclaje y se establecen específicamente condiciones contractuales para la reutilización de los cartuchos vacíos y de disposición de los inutilizables informáticos. Existen numerosos estudios que permiten comprobar la amplísima reducción de basura que permite el reciclado, la que alineada con el menor consumo de recursos naturales en la fabricación, genera una situación global absolutamente relevante en términos medioambientales”, explicó Tunessi.
También dijo que “esta iniciativa, no sólo establece una proclividad comparativa hacia quienes ofrecen productos reciclados a menor precio, sino que además se exige a las empresa contratantes determinen el procedimiento de cierre del ciclo, es decir cómo se dispondrán aquellos insumos que devenguen en inutilizables”.
“Esta propuesta reproduce en algunos aspectos uno que presentara cuando integré la Legislatura de la provincia de Buenos Aires como diputado, habiendo tramitado como Expediente D -1171/05-06. Observo con satisfacción que la iniciativa fue asumida por distintas cámaras del sector. De la información brindada por estas entidades, surge que al año 2006, la cantidad de cartuchos de chorro de tinta en desuso ascendía a los 11 millones, sobre un total de 16,5 millones contando los láser y las cintas”, puntualizó.
“Es decir, una potencial incorporación de casi 6000 toneladas de basura altamente contaminante, siendo que podrían evitarse mediante el reciclaje de los cartuchos, a un costo módico. La vigencia de esta iniciativa fomentará el crecimiento de las empresas dedicadas al reciclaje, que generan puestos genuinos de trabajo, a la vez que la necesidad de la certificación de normas de calidad, en un vital escenario de defensa del medioambiente”, concluyó Juan Pedro Tunessi.
Contacto de Prensa: Bloque de Diputados Nacionales de la UCR