Con 38 votos positivos y 18 negativos quedaron aprobados los pliegos de Oscar Parrilli y Juan Martín Mena como presidente y vicepresidente del organismo de la flamante Agencia Federal de Inteligencia (AFI), una novedad que trajo la nueva Ley de Inteligencia.
Aunque Parrilli ya adelantó que abandonará el cargo cuando culmine este gobierno, el pliego del titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) ya había sido aprobado previamente por la Comisión de Acuerdos del Senado con la sola firma del Frente para la Victoria.
Quien anunció la disidencia del bloque de la Unión Cívica Radical fue el senador Ernesto Sanz. Si bien el titular del centenario partido aclaró que su voto “no tiene que ver con las personas, sino un sentido político institucional”, también aseguró que la postura estaba en consonancia con que, desde un primer momento, desde la Unión Cívica Radical no acompañaron las reformas en los servicios de inteligencia, y por este motivo, no pueden acompañar los nombramientos para dichos puestos.
Esta Ley de Inteligencia, impulsada luego de la muerte del fiscal Nisman, transparentó algunos aspectos de la actividad de los espías y, entre otras cuestiones, transfirió del Poder Judicial al Ministerio Público Fiscal el sistema de escuchas telefónicas.